Velvet Ramírez Danza nace en 2015 en Guadalajara, Jalisco, bajo la dirección de Velvet Ramírez. Desde su creación, la compañía ha funcionado como una plataforma viva para la colaboración, la experimentación escénica y la producción interdisciplinaria.​ A lo largo de su trayectoria, Velvet Ramírez Danza ha mantenido una constante investigación sobre el cuerpo en movimiento, estableciendo un diálogo continuo con la música, el teatro, el video y la multimedia. Esta exploración ha permitido expandir los límites tradicionales de la escena, abriendo nuevos espacios para la creación artística.
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La compañía ha dado vida a diversas obras, como las piezas escénicas La Función de Habitar, Sakura, Paisajes del Nixticuil y Mi Abuela Cultivó Un Jardín, así como las videodanzas Trazos, Recovecos y Canción del Nixticuil. También ha desarrollado proyectos multidisciplinarios como Archivo Vivo Nixticuil, donde el arte, el cuerpo y la naturaleza se entrelazan en un acto de resistencia y memoria. La obra de Velvet Ramírez Danza se sitúa en la intersección entre la creación artística y el artivismo, entendiendo el cuerpo como un territorio político capaz de ser transformado y transformador. El Bosque El Nixticuil, uno de los últimos pulmones verdes de Guadalajara, ha sido un eje central en su práctica reciente.
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Una característica esencial de la propuesta de Velvet Ramírez Danza es su enfoque colaborativo. La compañía ha trabajado con artistas de diversas disciplinas. Entre sus cómplices se encuentran músicos como Héctor Aguilar, Ampersan y Ernesto Cano; los directores de teatro Luis Manuel Aguilar "Mosco", Miguel Ángel Gutiérrez y Karina Hurtado; las coreógrafas Paloma Martínez, Alfonsina Riosantos y Georgina Gastélum; y los artistas audiovisuales Michel Bück, Claudio Rincón y Adiós AlFuturo, entre otros.​
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